Las varices son venas agrandadas en forma de "cuerda" -vasos sanguíneos- que se hinchan y se elevan por encima de la superficie de la piel. Pueden ser de color carne, púrpura oscuro o azul, y a menudo parecen un racimo de uvas. Suelen aparecer en la parte posterior de las pantorrillas o en el interior de las piernas. Sin embargo, pueden formarse en cualquier parte de las piernas, desde la ingle hasta el tobillo.

Las arañas vasculares son similares a las varices, pero son más pequeñas y están más cerca de la superficie de la piel. Suelen ser rojas o azules y tienen el aspecto de ramas de árbol o telas de araña. Pueden aparecer en cualquier parte de las piernas y pueden cubrir una zona muy pequeña o muy grande de la piel. No sobresalen como las varices, pero suelen ser más visible.

Las arañas vasculares pueden estar causadas por cambios hormonales, daños causados por el sol o lesiones locales.  También pueden producirse como resultado de varices subyacentes más grandes que no siempre son visibles.  Es importante que las arañas vasculares se investiguen a fondo mediante ultrasonidos para identificar las válvulas incompetentes dentro de las venas que causan las varices, ya que si no se tratan suelen haber recaídas tempranas de las arañas vasculares y un mal resultado estético.

Los factores de riesgo más comunes para las varices y las arañas vasculares son:

• Aumento de la edad
• Los antecedentes familiares
• Embarazo y cambios hormonales
• Obesidad
• Estar de pie durante mucho tiempo
• Trombosis venosa profunda previa

Las arañas vasculares suelen aparecer en las piernas o en la cara, y tienen el aspecto de telas de araña rojas, azules o moradas justo debajo de la piel. No abultan la piel como las varices.

Las arañas vasculares pueden afectar a cualquier persona, pero son más frecuentes en las mujeres. Las causas de las arañas vasculares varían de una persona a otra, por lo que si te salen arañas vasculares es importante que acudas a un especialista para averiguar su causa.

La escleroterapia es un procedimiento de inyección para tratar las arañas vasculares y las pequeñas varices. El procedimiento consiste en inyectar una solución estéril (llamada solución esclerosante) en las pequeñas venas mediante una aguja muy fina. Esta solución irrita el revestimiento de las venas y hace que se fibrosen y acaben desapareciendo. Se inyectan muchas venas en cada sesión.

Las arañas vasculares se destruyen inyectando una pequeña cantidad de una solución esclerosante en la vena. La solución esclerosante utilizada puede ser polidocanol (Sclerovein) o tetradecilsulfato de sodio (Fibrovein). El producto químico irrita la pequeña vena y hace que sufra una fibrosis y acabe desapareciendo.

El tratamiento de las varices grandes es un poco diferente al de las venas filiformes. La técnica de "escleroterapia con espuma guiada por ultrasonidos" utiliza un esclerosante espumoso para tratar las varices grandes. Se ha demostrado que es un método seguro y eficaz para el tratamiento de las varices que permite liberarse de las molestas venas a largo plazo.

Varía de un individuo a otro, pero normalmente se requieren de 2 a 4 tratamientos para obtener los mejores resultados. En pacientes con pocas venas, 1-2 sesiones serán suficientes. Se requieren más tratamientos cuando las venas son más numerosas y extensas.

Hay un pequeño escozor asociado a cada inyección que dura unos segundos. La mayoría de las personas toleran el procedimiento y no necesitan ningún tipo de anestesia. La mayoría de los pacientes afirman que el procedimiento es mucho menos doloroso de lo que esperaban.